viernes, 22 de octubre de 2010

caminar


Ayer al salir del trabajo, paré el carro en un recoveco del boulevard y me fui a caminar. Enfilé por la banqueta hacia arriba. Es bonito ese lugar.
Ya empieza a hacer frío. Después de los más de 45 grados del calor de agosto, pues el clima de este mes es muy agradable. Así que lo primero que sentí fue el viento fresco en mis brazos y cara.

Los zapatos de vestir, calzados en mis pies no me restaron libertad en los pasos.

Desde hace como dos años y medio voy a caminar en las noches. Llego a la casa, me pongo tenis y salgo hacia el sendero del bordo.
Lo hago con disciplina desde que enfermé. Antes no; sabía que lo necesitaba, había hecho el intento y me sentía bien, pero otras cosas, según yo más importantes (como dejar la cocina limpia, la comida de otro día, etc) me hacían desistir.

Decía entonces, que anoche no llegué hasta la casa.

Eché a andar; arriba las estrellas y un cielo despejado. A la izquierda el tráfico como un río inconciente. A la derecha las luces de la Ciudad muy atrayentes para mis ojos. Al frente solo ir y seguir. Y siempre, ese aire de vida llenando mi respiración.
No recorrí mucho, quizás como dos kilómetros. Y no es que todo me sea color rosa en esas caminatas. La pesadez en mis piernas y en mi cuerpo me hacen ser conciente de una lucha constante. Voy un poco "borrachita", inestable. Las banquetas y las guarniciones, al cruzarlas, se me agrandan a veces. Voy lento, como hace mucho, con cuidado. En ocasiones me percibo como un niño viejo aprendiendo nuevas formas.
Pero me hace mucho bien saber que puedo. Y esa sensación de ir abriendo caminos me gusta. Por ahora no la cambio.

sábado, 16 de octubre de 2010

libertad


No tengo alas
pero si cierro los ojos puedo mirar el mar desde arriba...



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martes, 5 de octubre de 2010

respiraciones

Hace un tiempo, en Unidos contra el parkinson miré un comentario del usuario DISTOWEB. Entré a su página y ahí había un fisioterapeuta en linea y gratuito. Sentí mucha confianza pues me identifiqué con casi todos los conceptos.

Escribí al fisioterapeuta (
quien también tiene una página web). De principio quise solicitarle algunos ejercicios para mejorar mi voz. Así lo hice. Me dijo que me recomendaba unas respiraciones relajantes (videos), con una variante de respiración profunda la cuarta vez para abrir más el diafragma.

Estos ejercicios me han sido muy útiles. Mis disfonías mejoran, los movimientos también. Pero sobre todo me han ayudado para el insomnio. Casi ha desaparecido.

Pero a lo que iba...

Cuando hago las relajaciones, generalmente procuro dejar la mente en blanco y mirar afuera o poner música. Pero no puedo evitar a veces, que mis pensamientos salten y divaguen...

En una de esas, de repente fui conciente que me es más fácil expulsar el aire que inhalarlo. Siento más relajación cuando me quedo vacía.
Se compara el jalar aire con recibir y el soltarlo con dar.
A mí me es más dificil y extraño recibir.
El parkinson es una apoptosis de dopamina (una forma de muerte celular, que está regulada genéticamente)... una especie de abandono de uno mismo, equiparable a ese segundo que el cuerpo se queda sin aire...

Me tendré que acostumbrar cada vez más a tener los pulmones llenos de oxigeno, a encontrar más bienestar y placer en ello ...

sábado, 21 de agosto de 2010

jueves, 12 de agosto de 2010

aprovechar...


Hoy por la mañana huele a frescura verde

a día sencillo que amanece y que es feliz...



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miércoles, 4 de agosto de 2010

simple y complejo


-En un libro que leí decía que en el pk se le dan al cerebro dos o más órdenes simultáneas, muchas veces contrarias

- Hace unos días llegué a la conclusión, de que en mi vida se necesitaba el pk como mediador… como excusa del no puedo, para no tener que decir no quiero… Sobrevivencia? Autogeneración?

- Pienso que mi insomnio me está diciendo que hay muchos más placeres en la vida que dormir. Mi cuerpo parece ahora querer más actividad. Mis ojos más que mirar, mis pies más movimiento. Curioso, pero al dármelo de a poco (más accionar para mí y en función de mis gustos)… pues ya he dormido mucho mejor y estoy contenta.

- Hoy una amiga me preguntaba por chat que cómo se le hará para tener una actitud positiva. Me quedé pensando: creo que solo hay que hacerlo. No sentirnos víctimas es esencial. Pero cuando viene la tristeza no hay que ahuyentarla, solamente sentirla, apapacharla. Y no dejarla con nosotros por mucho tiempo...

Lo más que se pueda, empujar, sí.
Al fin y al cabo, ya vivir es envejecer y “degenerar”. Hay que estar en el presente con la mejor vida que podamos. Todos vamos a morir… no sabemos si de pk o de un árbol que se caiga y nos pegue en la cabeza J . Y el sufrimiento? La vida es esfuerzo. Y hay casos mucho peores, y también mejores.

sábado, 10 de julio de 2010

Caos en el órden


Antenoche dormí una hora, anoche 4. Y en mi mente se han diluido las teorías que me he ido formulando. Lo que mi cuerpo y mi espiritu parecen estarme diciendo es que deje de pensar, que deje de querer tener el control, que me ponga sueltita, que como la pluma arrastrada por el viento espere lo que no sé.

Todo lo que me pasó en diciembre, ha vuelto en estos días. Pero en chiquito, algunas cosas más intensas, otras igual, otras menos. He pensado que es una recaida reforzante. He pensado en la crisis epileptoide. De cualquier manera, demasiadas cosas son ya conocidas y el manejo para su solución también. Siendo así, concientemente he evitado situaciones desgastantes que me han permitido estar mejor. Pero la asombrosa naturaleza me ha obligado a sentir y a vivir todas las sensaciones anteriores, incluso la desesperación, la ansiedad, el miedo, la inquietud... pero también las mismas y/o mejores respuestas. Como en una rueda de menor diametro, pero en iguales vueltas. Solo de una cosa estoy segura: va a pasar porque ya pasó. Eso me da confianza. Por ahora he decidido una vez más, no pensar en dormir, hacer mi vida normal, ir pateando más miedos y el sueño ya llegará solito...

Me siento bien físicamente la mayoría de las veces. Y cuando lo necesito, una silla, unas almohadas y ojos cerrados...

Dormir-estar despierto. Inactividad-actividad. Relajación-Tensión. Hacer o no hacer. Poder-querer. Miedos paralizantes, miedos agitantes o miedos que impulsan. Problemas de motricidad. parkinson.

Cambio en el metabolismo, más actividad. Aceptación. Tantas cosas que han pasado por mi mente.

No había escrito ni aqui ni en el otro blog porque he pensado que no tenía nada por decir o regalar. Creo que he estado demasiado pendiente de mis reacciones en busca de respuestas. Pero esa búsqueda la puedo y la necesito compartir. Quizás en este caos de palabras encuentre mi órden.

jueves, 10 de junio de 2010

En el aire

Respondo con esta entrada a la pregunta que me realizó una persona en el anterior post. Todas las reflexiones que me provocó son las mismas que yo he estado queriendo ordenar y responderme.

Efectivamente, el parkinson sigue aquí conmigo, no sé si con más intensidad, pero sí con otra. Particularmente lo he sentido más fuerte cuando inició; hace 3 años más o menos. Quizás por lo desconocido. Poco a poco he ido recorriendo niveles. En ocasiones mejoría, en ocasiones hoyos; físicos y anímicos.

Sí, he localizado el desencadenante principal (DHS) y no lo pude solucionar por completo en su momento. Hoy diría que quizás esté erradicado en un 80%.
En esto tengo que hacer algunas consideraciones:
-Un factor abrió la caja de pandora. Pero hay muchos y básicamente mi actitud y/o forma de ser. En este sentido, se ha solucionado un conflicto y han surgido otros. De manera que miro para atrás y ya no hay un montón de piedras. Pero lo ideal no es tener un camino llano, sino brincar o afrontar de otra forma los obstáculos.
-El parkinson es crónico, así que las recidivas o recaídas son aquí sumamente importantes. Para solucionar de manera práctica y totalmente la conflictiva que dio origen a mi desequilibrio, mi inconsciente me decía que tendría que volar sola y en libertad. Dejando los lastres de mis hombros y de mi cuerpo. Pero mi consciente me decía que cargaría con mis lastres internos, que si no eran todos, sí eran la mayoría. Así que decidí resolverlo poco a poco y con diálogo.
-También estoy convencida que abrir los ojos, conocer, saca los síntomas. Para mejorar hay crisis. Por eso, mejor lento. A veces me imagino lejos de todo y de todos ahogada de culpas y paralizada al principio.

Creo en la Nueva Medicina. Es lógica y se sostiene por sí misma. Pienso que falta mucho por descubrir. No veo ninguna fisura en la Teoría. Sin embargo, pienso que le faltan muchas interpretaciones, tiempos y romper barreras.
No soy médico y no sé muchas cosas. A veces tengo muchas dudas. No creo que el parkinson sea algo especial. En todo caso, lo que pudiera pensar es que tenemos la suerte de que mueve (o no mueve) casi todo el cuerpo y el alma.

En cuanto a que los síntomas también son una causa de miedos y recaídas, tienes razón. Durante un tiempo me sentí muy bien, sobre todo anímicamente. Pero el inconsciente trabajaba y me pide un cambio grande, ahora voy preparando eso. El insomnio y la depresión me ubicaron ahí.

Estoy básicamente bien. Duermo mucho mejor y de una motivación más fortificada y decidida.
Tengo siempre que tomar en cuenta mi personalidad de autosabotaje. PODER Y/O QUERER

martes, 12 de enero de 2010

Los pensamientos

He resucitado este blog... lo he abierto de nuevo... necesito escribir aqui...

He estado tan acostumbrada por más tiempo de mi vida en llevar mis pensamientos hacia el polo negativo de las cosas, que cambiar esa inercia en mí, requiere de mucha disciplina. Cuando fui conciente de mi enfermedad, todo pasó a segundo término: el resentimiento, el desamor, la incomunicación, las cosas materiales, etc. Empecé a mirar con otro sentido.

Llegó entonces un gran impulso. La motivación me invadió y me dispuse a cambiar un sinfín de cosas.

Y de pronto esos actos de disciplina se volvieron rutina. La vida es lucha, lo sé.
Pero de manera inconciente dejé que el miedo me cercara. Y me fui cansando. Poco a poco un halo de negatividad no percibido me apachurraba. Cada vez me ponía más barreras. Y lo peor es no externarlo. Tan sencillo como preferir no salir a comer por temor a embarrarme de más y que la gente lo vea. O que perciban un retraso mental donde yo sé que hay inteligencia. Como pueden ver, me queda una pobre y fracturada soberbia. Y hay un enorme desconocimiento del parkinson. Y yo decidí no llevar un cartel. Decidí explicárselo a quien de verdad me interesa o a quien lo quisiera saber.

Esos pensamientos me llegaban y según yo los rechazaba. Pero no… soy experta en el autoengaño.

Estaban ahí, me rondaban pidiéndome la aceptación de mis límites reales modificados. Y sobre todo, me exigían un cambio.

Y desembocó ese cansancio y esa negatividad inconciente en un hoyo. Que los médicos llaman depresión. Yo lo sentí con una mirada algo gris, con inquietud, fragilidad e insomnio. Es el cuerpo y sus funciones hablando. Descubrir que me quiere decir ahora. O quedarme quieta y esperar. Las dos cosas creo: calma y aceptación; acción y quehaceres nuevos. Y lo difícil: encontrar por ahora el justo medio.

Y sobre todo pensar en colores vivos. Y seguir… no cansarme. Redoblar los esfuerzos. Brincar las líneas. Sacar fuerzas observando que solo lo positivo me ha funcionado.